domingo, 7 de septiembre de 2025

Cervantes entre la homoamicalidad y el homoerotismo: de Eisenberg a Amenábar

Cervantes entre la homoamicalidad y el homoerotismo: de Eisenberg a Amenábar

La figura de Miguel de Cervantes ha sido objeto de interpretaciones muy diversas, no solo por su obra, sino también por los silencios de su biografía. Uno de los debates más llamativos es el relativo a su posible orientación sexual. Mientras la crítica literaria académica ha analizado con cautela el tema, el cine contemporáneo ha preferido arriesgarse con lecturas visuales más directas.

Eisenberg y la homoamicalidad

El hispanista Daniel Eisenberg, en su ensayo La supuesta homosexualidad de Cervantes, rechaza el uso anacrónico de etiquetas modernas como “homosexual” o “heterosexual” aplicadas al Siglo de Oro. Según él, lo que realmente caracteriza a Cervantes no es el deseo entre hombres, sino la exaltación de la amistad profunda y desinteresada: lo que denomina homoamicalidad.

Para Eisenberg, Cervantes veía el deseo sexual como breve, peligroso y destructivo, mientras que la amistad entre varones era noble, duradera y libre de consecuencias negativas. De ahí que en su obra se repitan parejas de amigos inseparables (Don Quijote y Sancho, Rinconete y Cortadillo, Cipión y Berganza), donde el afecto se eleva por encima de la atracción.

Amenábar y el homoerotismo en Cautivo

Muy distinta es la mirada de Alejandro Amenábar en la película Cautivo. En ella se recrea el período de cautiverio de Cervantes en Argel y se introduce una escena de fuerte carga simbólica: el beso entre Cervantes y el bajá Hasán. El propio director ha explicado que no podía dejar fuera la dimensión homoerótica de esa relación, porque negarla hubiera sido una forma de censura o de mojigatería.

En este caso, el cine aprovecha la libertad del lenguaje visual para explorar lo no documentado, pero sí posible: la tensión emocional y física en una relación de poder y dependencia entre dos hombres. No se afirma una identidad homosexual, pero sí se sugiere un espacio de atracción reprimida.

Dos lecturas, un mismo vacío

Lo interesante es cómo ambos enfoques nacen del mismo vacío histórico: no existen pruebas concluyentes de la sexualidad de Cervantes. Eisenberg resuelve el silencio sublimando la amistad masculina; Amenábar lo llena con imágenes de deseo. Uno ofrece una interpretación académica, otro una representación artística.

En definitiva, la figura de Cervantes queda situada en un punto intermedio entre lo que Eisenberg llama homoamicalidad y lo que Amenábar convierte en homoerotismo cinematográfico. Ambos coinciden, sin embargo, en que la vida del autor del Quijote estuvo marcada por vínculos masculinos intensos que todavía hoy invitan a la reflexión sobre los límites entre amistad, afecto y deseo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

La verdad detrás del “nuevo orden mundial” y la Agenda 2030: entre el miedo y la desinformación

La verdad detrás del “nuevo orden mundial” y la Agenda 2030: entre el miedo y la desinformación Durante los últimos años, las re...